domingo, 8 de marzo de 2015

La curiosa forma de protección de la mente

El sábado me dí cuenta de como mi mente se protegió para recibir una noticia que no deseaba.
Estaba esperando una respuesta a una entrevista para un tema de trabajo que me hacía especial ilusión. Es una experiencia para un año y este, era el segundo año que me presentaba.
El caso, es que el sabado me dijeron que no me habian seleccionado, y mi reaccion fue celebrarlo, negar que me hacia ilusión y luego me sumí en una espiral de negatividad, culpando a todo y metiendome en mi caparazón, protegiendome y autocomplaciendome pensando que todo me estaba saliendo mal esta semana, lamiendo mis heridas y perdiendo mi esencia. 
Estaba de mal humor, sin ganas de hablar con nadie.
Lo increible es que estaba convencido de que tenía razón, y no queria salir de mi capullo, tejido con mi frustración. Muchos intentaron ayudarme y me preguntaron que me pasaba, uno a uno les dije que nada, prefería seguir disfrutando de mi lodazal particular.
Hasta que alguien te hace ver que estas equivocado, aunque te obceques en la discusion de que tu punto de vista es el correcto, porque es el mas comodo (aunque en ese momento no te das cuenta).
Aguanto todos mis quiebros y gracias a sus pellizcos de realidad logro hacer un corte en mi caparazon, entró la luz y me empezé a dar cuenta de que mi actitud no era la correcta.
Me costó un día romper el resto del capullo en el que estaba metido, como una crisálida esperando su metamorfosis, es duro darte cuenta de la realidad. 
Al salir de mi cueva lloré, quizá es lo que necesitaba desde el principio, pero he salido reforzado, y creo que con más conocimiento de mi mismo.
Solo me queda dar las gracias a la persona que con paciencia fue cortando ebra a ebra, argumento por argumento, todas y cada una de mis frustraciones y mis ideas negativas, que acepte como defensa para justificar la noticia que no queria escuchar. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

El que bien te quiere, te hará llorar.

:)