Increible; pasando por el toque, la sutileza, la seguridad y la rotundidad de la victoria.
España está siendo la mejor selección de lejos del campeonato y merecería ganar. El problema es que después de tantos palos sufridos yo todavía no me creo que podamos acabar de una vez por todas con todos nuestros fantasmas.
Matamos al de cuartos, al del día 22 de Junio y matamos a Italia, pero... Aunque era muy pequeño no puedo olvidar que en la última final, Francia 84, se le escapo el balón por debajo del sobaco a mi ídolo, Luís Miguel Arconada. El mejor portero de esa Euro, que nos clasificó en semifinales con 3 paradas en el último minuto a tres tiros a bocajarro.
Quizá es porque seamos muy Quijotes, pero yo todavía soy cauto. Ahora la roja me regala lo mismo con 24 años más y 11 torneos a mi espalda, en los que lo máximo ha sido unos cuartos, y en los que en todos nos hemos merecido pasar y hemos perdido.
Tengo nervios y un poquito de miedo, pero ojalá el domingo podamos gritar que somos campeones en color y que Torres (por favor, haz algo ya en la selección) ha marcado el gol de la victoria.
Esta foto la he visto en el periódico y me encanta creo que resume todo el sentir español.

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